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Cajamarca arde: la historia sin fin

Agua sí, oro no

Cajamarca arde por las consecuencias de siempre. A Ollanta Humala, al contrario de lo que creía la prensa basura, no se le debía temer por ser el candidato chavista, sino por ser, ni más ni menos, otro político más; otro candidato más apostando a la presidencia de la república basando su campaña en la mentira, en la movilización de masas que votaran a favor suyo a costa de prometer, lo que, en efecto no iba a poder cumplir. En declaraciones de hoy el ex presidente Toledo aludía al siguiente refrán para explicar el hecho de que Humala no hubiera honrado lo prometido a las comunidades “afectadas” por la minería: “una cosa es con guitarra y otra con cajón”. ¿Así justificamos la mentira en las campañas electorales? A un pueblo que se le ha mentido generación tras generación Humala le dijo: “agua sí, oro no”. Les prometió apoyarlos en su lucha por preservar el agua a toda costa, aunque fuera de modo irracional y radical. Y cuando Humala fue proclamado presidente también recuerdo unas declaraciones de algunos ciudadanos de Iquitos, diciendo que si Humala no cumplía se levantarían contra él (lo que en efecto está pasando y no solo en Cajamarca).

Más de lo mismo

Alejandro Toledo fue el gran pachacutec (no sé si él comenzó con la mentira, pero luego de desenmascarar a Fujimori, el “cholo” parecía dispuesto a decirle a los peruanos que un “chino” los había engañado y que él, representando del incanato. no lo haría) y la gran decepción: prometió no firmar el TLC y finalmente hasta hizo lobby para que el congreso de los E.E.U.U. aprobará el TLC con Perú. Alan García, por supuesto, es más inteligente, prolongó lo que él sabía era inevitable y le dejó la olla caliente al siguiente. Ollanta asumió nuevamente y reloaded la figura del pachacutec, del “cholo” de acero, del verdadero peruano (de eso se encargaron los periodistas entre ellos el innombrable) frente a PPK. La garantía de que el país no convulsionaría era una cuestión de piel.

En primera vuelta le di mi voto a PPK y en segunda a Humala. En ese momento estaba seguro que si Humala no cumplía con lo prometido, el pueblo no perdonaría una mentira más, el pueblo se levantaría hasta las últimas consecuencias y la violencia (inevitable, aunque suene triste, que siempre está presente en los momentos en que se avecina un cambio importante) sería el único camino. Dice Rosa María Palacios y otras personas igualmente inteligentes, que para que existe diálogo debe existir entre dos personas con ideas diferentes siquiera la voluntad de un “vamos a ver pues”. En el caso de Conga, la respuesta ha sido desde el principio “Conga no va”. ¿Por qué esa radicalización? ¿Acaso porque los ciudadanos de Cajamarca son personas irracionales? ¿Acaso porque son “perros”? No, porque una persona les prometió AGUA SÍ, ORO NO, y ahora cambió sus discurso, es decir, los engaño pues. “Conga no va” es la respuesta que Humala hubiera dado si se lo hubieran pregunta como candidato, porque tenía que cuidar sus votos, porque no se podía dar el lujo de perder a todos esos electores, porque, como no, se suponía que debían entender que “una cosa es con guitarra y otra con cajón”.


Una cosa es con guitarra y otra con cajón”

Si tuviera la posibilidad de estar en Cajamarca en estos momentos saldría con el pueblo, con el pueblo que en este caso no soy y yo ni tu, ni nosotros, sino los que por años se han visto engañados, por siglos no han recibido más que engaños de personas que solo han querido sus votos y nada más. Saldría con el pueblo a decir, “NO MÁS ENGAÑOS”. Para que en las próximas elecciones todos los que se atrevan a ser candidatos sepan que si van a prometer algo que no pueden cumplir el pueblo paralizará el país entero, porque no es justo que nos hayamos acostumbrado a asumir que una cosa es con guitarra y otra con cajón, porque eso puede aplicar para el criollismo, pero no para las decisiones del rumbo del Perú. Humala debe reconocer que mintió, que engañó, que todo eso lo hizo porque necesitaba llegar al sillón presidencial para poder hacer algo. Que yo no creo que Humala tenga malas intenciones, no creo que haya subido al poder solo para hacerles la vida imposible a los cajamarquinos, no se trata de eso. Se trata de que ahora en el poder y con el poder de hacer, no tenga la capacidad de humildad para ir a dar la cara y responder por sus promesas. Has escondido la guitarra porque ahora te conviene con cajón, pero el pueblo está destruyendo el cajón y no quedará de otra, caballero no más, chapa tu guitarra y a cantar.

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