Este es el futuro de Costa Rica

"140.000 ticos entre 12 y 24 años viven sin estudiar ni trabajar"

Ese es el título de uno de los artículos de La Nación, el periódico más "serio" y "respetado" de Costa Rica. El análisis que se hace, ante una situación bastante preocupante para un país pequeño, es bastante pobre.

¿De quién es la culpa si los jóvenes prefieren la casa, los videojuegos y la calle antes de estudiar y trabajar? Unos dicen que la culpa es del Ministerio de Educación Pública (MEP) porque no es una oferta atractiva para los jóvenes. Otros dicen que la culpa es de la comunidad y de la familia, porque no son ambientes que propicien la motivación al estudio y al trabajo. En ese se resume el análisis de esta situación por parte de La Nación.

Intentaré hace un análisis un poco más profundo desde mi forma de "ver el mundo". 

Si tuviera que elegir un culpable, elegiría a la familia. ¿Por qué? Porque creo que las familias costarricenses son, en su mayoría, bastante disfuncionales. No se trata solo hablar de familias divorciadas, sino de familiar cuya constante ha sido siempre la de "alabar" al hijo varón. La estadística indica que por cada hombre existen 7 mujeres en Costa Rica. El hombre es colocado siempre en un pedestal absurdo a pesar del feminismo al que se aferran las madres solteras y divorciadas. Es un feminismo peligroso que vuelve a los hombres inútiles y provoca que el problema se convierte en un círculo vicioso. Entonces, en pocas palabras, la culpa la tiene la forma cobarde en que se cría a los hijos en Costa Rica. Llamo cobarde al miedo a imponer disciplina; sí, imponer, porque un niños de 3 años no va a entender jamás lo que la disciplina significa. Esta disciplina tiene que ir más allá de ponerse los zapatos y lavarse las manos. Esta disciplina es la que debe marcar la importancia que el futuro joven verá en el estudio (pero el estudio está más allá de ir a una escuela o colegio o universidad, cuando me refiero a estudio, me refiero a la inquietud por el conocimiento, por la capacidades que cada uno tiene). 

Bien, pero esto es solo parte del problema. El estilo de vida costarricense, es, un estilo de vida bastante alejado del trabajo. No quiero decir que la gente no trabaje; lo que quiero decir es que el trabajo es, seguramente, para el 99% de los costarricenses, una carga con beneficios, y cuyo beneficio máximo es la jubilación. El 99% de los costarricenses trabaja pensando en el fin de semana, en las vacaciones y en el día en que por fin puedan dejar de trabajar. Cuál es el problema con este estilo de vida, pues, que este es un país latinoamericano y, al contrario de lo que piensa la mayoría, aun requiere de mucho trabajo para poder alcanzar estándares de calidad de vida sostenibles. Costa Rica ha vivido en una burbuja placentera, pero que ha comenzado a despedazarse. La calidad de vida se ostenta bajo cimientos débiles: estamos ante un país cuyo mayor ingreso es el turismo. Ha tenido la "dicha" de ser un país pequeño y de administrar medianamente bien sus ingresos, pero ha cometido el error de crear un Estado demasiado grande. El Estado se ha convertido en el garante principal de la calidad de vida. El seguro social y la educación, las telecomunicaciones, la luz y el agua; todo esto en manos de un Estado corrupto e ineficiente, es lo que ha provocado que hoy se viva ad portar de un déficit fiscal del 5% del PBI. 

Algo más, todavía esta juventud no ha sufrido ni ha visto sufrir a sus padres; ni ha escuchado historia de lucha y sufrimiento de sus abuelos. Todas las historias son muy felices, son historias de días en que se trepaba a los "palos" de guayaba para comer frutas; días en que se podía caminar de Tibas a Desamparados bajo la luz de la luna. A los jóvenes de hoy probablemente les está tocando sufrir un poquito y tal vez el próximo año les toque sufrir aún más. Hay que sufrir un poco para valorar y trabajar por un país mejor. Por ahora todo costarricense piensa que el Estado es el que les debe garantizar una calidad de vida mejor, cuando en realidad es todo el pueblo costarricense el que debe estudiar y trabajar por construir un país mejor. Falta compromiso, falta dejar de pensar en el Estado como el garante de la seguridad social; falta dejar de pensar que el Estado tiene la obligación de dar y dar; porque justamente por ese dar y dar es que hoy debe y debe tanta plata que necesita subir y crear nuevos impuestos para poder seguir endeudándose más.