Pienso en que de pronto pasan los años y me froto las manos, como ese otro al que miro con ganas de sentirme en él, y efectivamente descubro mi piel flacida y arrugada.
Dejo el pensar y se abre campo la imaginación, cambio mis ojos por los de él: pronto voy a morir.
Pero todo esto no sucede por lo que ya muchos suelen llamar el miedo del ser humano a la muerte, a lo desconocido; mucho menos por la nostalgia del que pasa de joven a viejo. Joven y viejo son solo categorias uniformes (tan lejos de la realidad) que nos estandarizan para el mejor estudio. Puedo imaginarme, por que no, en un espacio-tiempo donde se pase de lo viejo a lo joven.
Lo unico que pretendo, en este andar de la imaginación, es verme en el otro, sentirme en el otro, descubrir ese nuevo sentir que yo no tengo por que mis experiencias han sido distintas, permitirme descubrir en Ti aquello que no contemplo con mis ojos sino tan solo con un alma interactiva.
Sentir que todas las etapas en las que se ha dividido el transcurrir del ser humano me pertenecen hoy; que las etapas cumplen una función estadística pero que el transcurrir no se limita, mas bien se escabulle, busca sus puntos de desfogue y actua para sí. Transcurrir tiene sed de todas las sangres: el transcurrir es heterogéneo en sí.
1 comentario:
como que yo siempre me miro a un espejo
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