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1 siempre es 2

Nunca concebir una idea como inamovible. Se debe ser rígido para poder ser flexible; no la rigidez que impida los cambios. La capacidad que proviene del ser humano para transformar la naturaleza debe incitarlo también a la transformación interna: de ideas, de creencias, convicciones, etc. Esta transformación dista de ser física o fisiológica, y sin embargo existe el rito como exteriorización.

Puentes invisibles; los hilos imperceptibles que nos unen; la linea de tiempo: el momento, el ahora, hoy ayer mañana; la posibilidad del encuentro del pasado con el presente: la maquina del tiempo; la contemplación del mismo cielo. Todo el universo subjetivo en nosotros pugna por relacionarse, desde la imaginación hasta la mística del presentimiento, con el otro.

El otro, Tu.

Las ventanas abiertas y el peligro a las corrientes de aire inesperados... ¿inesperados? Pequeña contradicción: si dejo las ventanas abiertas espero que todas las corrientes de aires entren, indiscriminadamente; y de vez en cuando extrañaría algún pájaro que creyendo desolada la casa hiciera de ella su refugio: animales, insectos, el frío, el sol, la lluvia, el polvo, el aire fresco para apaciguar el calor del verano... El otro es de estas miles de posibilidades y más entrando por mi ventana. ¿Cual es el miedo? ¿Que tanto hay en mi que deba cuidar? Definitivamente hay una base que debe existir siempre y sobre la cual poder transformar, pero qué ideas deben conformar esta base; muchas veces las personas se trazan limites que impiden flexibilidad, usan materiales para construcción que se quebraran al primer temblor. La base debe ser fuerte y flexible.

Sentir: mi ventana abierta

Compartir: Tu ventana abierta

Unidad: nada es contradictorio en sí, todo subyace en la unidad que permite la existencia de todas las cosas

Yo no puedo ser en sí; el ser humano puede negar, tal vez, la influencia del otro; Yo no puedo ser en sí: desde mi concepción establezco una primera relación simbiótica y mi transcurrir, entonces, se convierte en un quehacer de relaciones y conexiones con el otro; esto resulta inconsciente en la mayoría de los casos. Nuestra sed se esconde y su furia e intensidad nos son imperceptibles o, en el algunos casos, tan normal que no merece el menor análisis. Pero esta ahí y bastaría detenernos un segundo en nuestra diario transcurrir para darnos cuenta de ello , que todas nuestras emociones dependen de los impulsos que zurcan a través de los circuitos invisibles que nos conectan con el otro.

Quien (y de estos hay muchos) se empeña por poner filtros en sus ventanas para impedir el polvo (que molesto eso del polvo no?) y para que no se metan insectos (que asco) se están perdiendo de mucho. El costo de su "seguridad" es muy alto.

Yo siempre soy Contigo

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